La Rutina También Conlleva un Buen Pijama

La Rutina También Conlleva un Buen Pijama

Planificar el trabajo y las actividades diarias es un proceso que ayuda a mantener el orden y el control sobre las ocupaciones, crea rutinas con buenos hábitos y seguridad sobre sí mismo. Desde tener un horario fijo para comer, mantener los espacios limpios y un acto tan sencillo como colocarse el pijama e irse a dormir a una hora determinada, forma parte de una rito saludable que habla de un hombre con buenas prácticas que lo proyectan como una persona segura.

Las Buenas Costumbres

A pesar de que se suele imaginar que al tener costumbres preestablecidas puede ser aburrido y monótono, la verdad es que estas logran transformarse en hábitos inconscientes que, si su concepción se hizo para atraer mayor productividad y efectividad a las actividades que se hacen, aportan a una vida baja en estrés, alta en conformidad y estabilidad.

No es de extrañar que sea una constante el que grandes deportistas hagan hincapié en que la disciplina es la clave de sus logros, porque a fin de cuentas, viene siendo sinónimo de esa costumbre consciente o inconsciente que se establece con el fin de lograr una meta.

Ahora bien, para situarse con un ejemplo o contexto más cercano y directo, se puede poner a la mesa la importancia de los buenos hábitos en estos momentos de confinamiento, los cuales se han hecho bastante comunes y persistente en la vida diaria. Con este escenario, su relevancia es considerable si se tiene en cuenta la separación que se debe hacer entre el trabajo y el esparcimiento, esa distinción necesaria para no afectar la salud mental y emocional.

El estar encerrado todo el día, o gran parte de este en casa, y estar obligado a realizar todo en los mismos espacios o cerca de estos, hace surgir la necesidad de crear buenos hábitos o costumbres que den como resultado una persona funcional aun cuando no se sale del hogar, ya que se tiende a pensar que mantenerse en casa todo el día podría suponer un hombre falto de rendimiento o actividad.

Dicho problema es fácil de resolver con lo que se intenta resaltar. No requiere ser estricto e inflexible, que pasarse unos minutos de lo que se había planificado suponga un desastre para el resto de las obligaciones, o que para tener éxito hay que hacer cambios radicales y forzados. Dichas ideas están lejos de la realidad y son poco exitosas, basta con empezar a dar pasos pequeños pero constantes, como por ejemplo: intentar despertar unos minutos antes de lo habitual, estirarse antes de sentarse a trabajar o hacer unas buenas respiraciones para relajar los músculos.

Lo anterior son ejemplos sencillos, pero que pueden representar cambios significativos a niveles que en ocasiones no se suelen dar cuenta, y que una vez puestos en práctica, añadiéndole poco a poco más costumbres en pro del orden, la convivencia y productividad, se implanta una armonía casi automática.

¿Qué Trae Consigo Establecer Rutinas?

Las rutinas pueden promover la efectividad, entendiendo que estas hacen referencia al logro de los objetivos por medio del mejor método y con los menores recursos posibles para lograr algo. Por “método” puede asociarse a escoger la rutina que mejor se acople a cada quien, y al tenerla definida, se puede administrar de forma más adecuada la energía que vendría siendo “el recurso” que conlleva cada actividad, y al ser consciente de ese esfuerzo, se permitirá un mejor uso del tiempo para lograr las metas diarias.

En el mismo orden de ideas se perfila la organización. Empezar a ordenar pequeños quehaceres o proyectos personales, a la larga influye en la vida social y laboral que te proyectan como una persona organizada, confiable y seria.

Del mismo modo, la perseverancia y la constancia se vuelven parte de la esencia de un hombre que mantiene la disciplina. Los pequeños detalles marcan la diferencia, y conservar la firmeza con tareas simples, a medida que se acumulan dará una amplia perspectiva de una persona de valor.

Aporta a la salud mental. El desorden crea caos, siguiéndole el estrés que pasa a la frustración para finalizar con la agresión o la violencia, pero una vez se emplea una rutina dominada por la organización, esa preocupación, angustia e inestabilidad se desvanecen.

De la Costumbre a la Rutina Como una Necesidad

Entonces, ¿es necesario crear costumbres para que se generen rutinas? la respuesta claramente es un rotundo sí. Las rutinas que pudiesen empezar como personales logran de igual forma beneficiar a quienes se desenvuelven a tu alrededor, y en el mejor de los casos, replican esa buenas costumbres fomentando y ampliando así un ambiente en equilibrio y una excelente convivencia.

Al aclarar lo anterior, es de resaltar de la misma manera que las rutinas no tienen un método específico, y cada quien las emplea de manera en la que mejor se adapte a sus necesidades personales.

También es de acotar que se suelen entender las rutinas como una actividad constante e imparable, lo cierto es que dentro del debido descanso y dosis moderadas de distracción se encuentra la productividad, siendo importantes para refrescar la mente y el cuerpo.

Organización de las Actividades

Las obligaciones laborales, domesticas o de estudio deben emplearse en un período determinado o enmarcarse en un lapso estimado para realizar las actividades, porque como ya se mencionó, no pasa nada si se corre unos minutos siempre y cuando no se abuce del tiempo.

Tomarse un respiro, sin caer en la procrastinación, y programar horarios de descanso o siesta también deben incluirse en el cronograma. Es esencial para recargar energías y lograr la efectividad deseada.

Planificar el Descanso

Luego de un largo día de trabajo, ya sea físico o mental, lo que más se desea es darse un buen baño y dormir lo necesario. De acuerdo con investigadores de la National Sleep Foundation, una organización con sede en Arlington (Virginia) dedicada a promover la salud y el bienestar a través de la defensa del sueño, explica que los hombres a partir de los 18 años requieren un horario para dormir de aproximadamente 7 a 8 horas diarias.

Gracias a ese tiempo invertido se logra prevenir el envejecimiento prematuro, combatir enfermedades al permitirle al cuerpo y a la mente recuperar energía y mejorar el rendimiento de las actividades.

Para descansar plenamente, la comodidad es imprescindible. Un buen pijama que aporte suavidad, calor o frescura necesaria, forma parte de una rutina que cierra con broche de oro al permitirse gozar de ese confort que proporciona la prenda ideal para el sueño, y encontrar el pijama ideal es sencillo gracias a la variedad de estilos, diseños, telas e incluso precios de preferencia que hayan en el mercado.

Es decir, el organizar todas tareas no es suficiente si no se planifica de la misma forma una hora para dormir. De nada vale cumplir al pie de la letra y tener un perfecto desarrollo de obligaciones si no se permite descansar, puesto que es primordial para lograr todos los beneficios antes mencionados.

Si se puede crear la costumbre de correr todos los días a tempranas horas de la mañana, comer de forma saludable y realizar a tiempo todas las actividades, se puede generar el hábito y la rutina de descansar para recuperar toda esa energía usando un cómodo pijama